Ella me ha pedido explícitamente escribirle una carta, lo cual me ha puesto en aprietos. En uno muy serio en realidad, no sé por dónde empezar, ni tampoco quisiera darle algún final. Las cartas se envían a personas que extrañas, que están lejos de ti, a quienes aprecias mucho y que en el afán de iniciar un dialogo poco convencional, das el punto de partida, esperando una respuesta, no tan pronta, y cargada de ansiedad. Yo no quisiera hacerlo, pero, se que en algún momento (ya casi próximo) estaré lejos de ti, y si, es necesario. Ella segura de que volveré a caer en un mutismo emocional, me ha pedido hacérselo saber por escrito y no hay forma de desistir. No he sabido muy bien la razón, imagino que se refiere a todo lo que sucede en el aeropuerto, cuando necesita oir más de todas esas cosas que acumulamos durante el tiempo que estuvimos juntos. Lo sé, no soy muy bueno, soy torpe. Pero creo que esta carta, es apropiada, es justo lo que quiero que sepas cuando se aleje ese ruido infernal escapándose entre las nubes, separándonos de lo más hermoso que tenemos. Quiero que sepas que todo está muy bien, que no hay forma de estar triste. Me he llenado tanto de ti, que me he vuelto más optimista, casi tanto o más que tú. Así que, ¡vamos!, solo estoy a un par de grados sur en el globo que tienes en casa. A la medida de una simple palma de tu mano, tan cerca que si quieres saber la distancia, solo tienes que llevártela hacia el corazón y decirme cuán lejos estas de mi. ¿Te sientes aliviada?, yo ya lo estoy, y te imagino haciéndolo, recibe esa respuesta como un eterno abrazo y convéncete cuan optimista me siento ahora. Y ahora entre esas nubes de ruidos infernales busco en el ipod de entre las mil canciones, la que siempre cantas para mi, y solo te escucho susurrarme como siempre: "come on babe, it'll be alright", para de a pocos acurrucarme a tus recuerdos, como si estuvieras aquí conmigo. Como si una simple carta, pudiera explicar a detalle todo ese eterno sufrimiento que me causa despedirme de ti.